Cortesía. Antony Blinken.


El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió este miércoles en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad que el país aportará 200 millones de dólares (166,2 millones de euros) a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con este montante, Blinken aseguró en su intervención por videoconferencia que Estados Unidos cumplirá con sus obligaciones financieras ante la organización, de la que es el mayor donante.

El expresidente estadounidense Donald Trump activó los protocolos para abandonar la organización, pero la nueva Administración dio marcha atrás como parte de los cambios en política exterior anunciados por el nuevo presidente, Joe Biden, que llegó al poder con el objetivo de que "Estados Unidos vuelva a liderar de nuevo" en el plano internacional.

En esta línea, Blinken también anunció que el país norteamericano hará una nueva aportación financiera al programa de compra de vacunas para países de ingresos bajos y medios COVAX y llamó a aumentar el ritmo de producción y distribución de vacunas.

El secretario de Estado insistió en la necesidad de una "investigación independiente, basada en la ciencia y en datos y sin interferencias" del coronavirus, una alusión que llega tras las críticas de Estados Unidos por una posible interferencia China en la investigación de expertos de la OMS en Wuhan que terminó la pasada semana.

Blinken también remarcó que la organización debe trabajar en prevenir futuras pandemias y aseguró ser consciente de que habrá "brotes" de la enfermedad en los próximos años, lo que refuerza la necesidad de "transparencia" y de garantizar "a expertos" el acceso a los datos sobre la enfermedad que tienen los distintos países.

Asimismo, también advertió de que las crisis humanitarias son "peores y que la pandemia dejará "situaciones políticas frágiles", pero mantuvo que esto "no puede ser considerada una excusa para violar los Derechos Humanos".